viernes, 27 de mayo de 2011

X-Men First Class me deja sin palabras


Después de ver como cierta trilogía de piratas se reanuda con mal pie, nada podría hacer pensar que los mutantes de Marvel tendrían más suerte.

Nada más lejos de la realidad.

X-Men First Class funciona a modo de precuela, contándonos los orígenes de dos de los más poderosos mutantes creados por la factoría Marvel; ellos son: el Profesor Charles Xavier y Magneto.

La cinta trata los orígenes de estos dos mutantes, el momento en el que se conocen, y cómo acaba la relación entre ambos. Todo esto, llevando como secundarios a otros mutantes, ya conocidos por aparecer en las otras películas, o estar relacionados con ellos (Véase Bestia, Mística o el hermano de Cíclope).
Ojo, también habrá cameos de un Striker preocupado por la mutación de su hijo (Lobezno: Origen) y del hombre X más conocido por todos...
Con esa base, la película la podríamos dividir en dos partes principales:

La primera, como habíamos mencionado, sus origenes, narrados de forma paralela, se nos muestra como el Yin y el Yan, una infancia dura para uno y cómoda para otro. Y de cómo de ahí se forjarían sus personalidades y conoceríamos al malo del film (Kevin Bacon).

A nivel de dirección, es esta primera parte especialmente impactante la de Magneto, pues Matthew Vaughn dirige la cinta mágnificamente con planos impresionantes y juegos con la perspectiva de Magneto y Bacon.

La segunda parte, en la que ya se conocen ambos mutantes, añade a la cinta las escenas más de acción al puro estilo de Hollywood sin dejar de lado la personalidad de los mutantes y su carácter, es decir, y es muy importante, no queda en una fanfarronada de tiros, muerte y bla, bla, bla....

Es este último punto el que me ha sorprendido tan enormemente del film, se ha conseguido algo, que, como lector de comics habitual se que no es problema del comic original, sino de la adaptación, el mal hacer del director o lo poco entregado del reparto; que es que esos héroes parezcan planos, insustanciales y sin personalidad (o como pasó en las anteriores pelis de X-Men, que metían mutantes porque sí, premiando cantidad frente a calidad)

Aquí vemos como con prácticamente la mitad de mutantes, pero una película mucho mejor llevada, por fin puedo creer que si: EXISTEN LAS ADAPTACIONES DE COMICS AL CINE DIGNAS.

Todo esto gracias, sobre todo a las mágnificas actuaciones de James McAvoy (Xavier) y Michael Fassbender (Magneto) de los que me declaro fan desde hoy mismo. Y por supuesto de Kevin Bacon, al que hacía tiempo tenía perdido en la gran pantalla, pero que sigue siendo un actor de notable. Ellos tres han conseguido tenerme aguantando la respiración en más de un momento durante la película.

Mención también a la BSO, con piezas muy buenas que acompañan perfectamente a la acción.

La película hará las delicias de los fans, pues encontrarar la mejor representación de sus héroes de papel, pondrá el listón aún más alto a los que les gustó la trilogía original, y encantará a los nuevos en el tema Marvel.

LO MEJOR:
- Ese tridente de oro que forman Bacon, McAvoy y Fassbender.
- Los personajes de Magneto y Xavier.
- Los muchos momentos que te obligará a contener el aliento.
- La BSO.
- El ritmo de la película.

LO PEOR:
- 2 Horas ¿Muy larga? Solo si eres un culo inquieto.


1 comentario:

  1. Argggg me acabas de poner los dientes largos!! Mira que te lo dije, que iba a ser un peliculón!

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